El gobierno del primer ministro de Portugal, Lúis Montenegro, sufrió un significativo golpe este 11 de marzo tras perder una moción de confianza en el parlamento, lo que ha desencadenado un periodo de incertidumbre política. La moción, que se celebró en un contexto de creciente descontento con la administración, resultó en una victoria para la oposición. La caída del ejecutivo de centroderecha plantea un escenario de posibles elecciones anticipadas, dejando al país en un delicado momento de transición política.
La derrota del gobierno no solo refleja una pérdida de apoyo dentro del parlamento, sino que también marca un hito en la relación del primer ministro con los partidos que lo habían respaldado previamente. Lúis Montenegro, líder del Partido Social Demócrata, se enfrenta ahora a un panorama político complicado, con la oposición aprovechando la oportunidad para cuestionar la viabilidad de la actual administración.
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¿Qué implica la derrota de Lúis Montenegro y la centroderecha?
La moción de confianza que llevó a la caída del gobierno fue un momento decisivo en la política portuguesa. Lúis Montenegro, quien asumió el cargo de primer ministro tras las últimas elecciones, vio cómo su administración perdió el respaldo de una parte crucial de la clase política. La moción fue presentada como una votación clave para confirmar la capacidad del gobierno para seguir adelante con sus reformas, pero la falta de apoyo resultó en su fracaso.

El primer ministro, visiblemente afectado por la derrota, aseguró que el gobierno intentaría negociar con otros partidos para encontrar una solución política que permita continuar con la estabilidad. No obstante, su discurso de conciliación no convenció a la mayoría parlamentaria, que lo acusó de no abordar adecuadamente los problemas económicos y sociales que afectan al país.
"La votación de hoy demuestra que el gobierno ha perdido la confianza del pueblo portugués, y no podemos seguir adelante con una administración tan desgastada", afirmó uno de los opositores más relevantes en el parlamento.
El futuro político de Portugal
Con el gobierno de Lúis Montenegro en caída, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, tiene la opción – según la constitución portuguesa- de disolver el parlamento y convocar elecciones anticipadas, o bien intentar formar un nuevo gobierno a través de coaliciones. Sin embargo, las divisiones internas y la falta de una mayoría clara en el parlamento hacen que la formación de un gobierno estable sea un reto considerable.
El escenario más probable parece ser la convocatoria de nuevas elecciones, pero esto depende de la decisión de Rebelo de Sousa. Si bien el Partido Socialista, principal fuerza opositora, podría ser el beneficiario de esta crisis, aún persisten dudas sobre la capacidad de los partidos de izquierda para lograr una mayoría que sea capaz de formar un nuevo ejecutivo. El presidente, en su última intervención sobre el tema, aseguró que “tomará una decisión responsable en los próximos días para garantizar la estabilidad política de Portugal”.
Rebelo de Sousa había adelantado posibles comicios
Marcelo Rebelo de Sousa será quien determine los próximos pasos, incluyendo la posible convocatoria de elecciones. Por ahora, ha citado a los partidos políticos para mañana, miércoles, y al Consejo de Estado el jueves, un órgano consultivo de la Presidencia. La semana pasada, Rebelo de Sousa sugirió su inclinación hacia la convocatoria de comicios, incluso planteando un posible calendario para la votación, que podría tener lugar entre el 11 y el 18 de mayo.

Si se llevan a cabo, estas serán las terceras elecciones legislativas en Portugal en tres años, y la tercera votación en los próximos doce meses, ya que se esperan las elecciones municipales en otoño y las presidenciales en enero. La moción de confianza fue propuesta por el propio Gobierno después de una polémica empresarial relacionada con Montenegro, que ya había ocasionado dos mociones de censura en el Parlamento, las cuales no prosperaron.