Mónica Torres, reconocida actriz peruana, sorprendió a muchos al compartir su experiencia con la cirugía de banda gástrica, un procedimiento que, lejos de mejorar su salud como esperaba, casi le cuesta la vida.
En una reciente entrevista en el podcast Historias que sanan, la actriz dio detalles impactantes sobre las dificultades que enfrentó tras someterse a esta intervención. Más allá de las complicaciones físicas, también habló sobre el impacto emocional que dejó en su vida.
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Mónica Torres vivió traumática experiencia
"La operación me dejó un trauma", confesó Mónica, recordada por su papel de ‘Lucifer’ en Al fondo hay sitio. Lo que inicialmente parecía una solución para controlar su peso terminó convirtiéndose en una experiencia mucho más compleja y traumática de lo que había imaginado.
Torres relató que lo que debía ser un procedimiento sencillo se transformó en una experiencia aterradora. Al despertar, se encontró en una situación de desconcierto y miedo. “Desperté al día siguiente entubada, sin un diente, con un corte en el pecho, sin sentir las piernas, amarrada y con un miedo profundo. Mi primera reacción fue pensar: ‘¿Qué pasó? ¿Por qué estoy así?’”, relató.
A medida que pasaba el tiempo, Mónica tomó conciencia de que las secuelas de la operación eran mucho más graves de lo esperado. No solo enfrentaba daños físicos, sino también una carga emocional difícil de sobrellevar. “Esto se supone que iba a ser una operación sencilla, algo que me ayudaría a estar mejor, pero terminó siendo una pesadilla. Nunca imaginé que despertaría de esa manera”, expresó con evidente angustia.
El proceso de recuperación tampoco fue sencillo. Durante semanas, la actriz tuvo que soportar fuertes dolores y una sensación de incertidumbre sobre su estado de salud. La desconexión con su cuerpo y el temor a lo que podría suceder después fueron desafíos constantes. “Fue muy difícil no sentir mis piernas. Estaba completamente desconectada de mi cuerpo. Y ni hablar del miedo constante de no saber qué sucedería después”, recordó.
A pesar de las adversidades, Mónica Torres decidió no quedarse en silencio. En lugar de ocultar lo vivido, optó por compartir su historia para advertir sobre los riesgos de procedimientos como la banda gástrica.
"Lo que viví me dejó una lección de vida muy dura, pero también me permitió aprender a valorar más mi cuerpo y mi salud. A veces, cuando se busca una solución rápida a los problemas, se pueden generar complicaciones mucho mayores", reflexionó.
